El Grupo PradoRey presenta las nuevas añadas de sus vinos PradoRey Rosado y PradoRey Verdejo

Dos opciones diferentes, que maridan a la perfección con aperitivos, pescados y arroces.

Las bodegas de PradoRey acaban de lanzar al mercado la nueva añada 2009 de dos de sus vinos: PradoRey Rosado Fermentado en Barrica -D.O. Ribera del Duero- y PradoRey Verdejo -D.O. Rueda-.

PradoRey Rosado es un vino que combina a la perfección Tinta Fina y Merlot al 50 %. Para la elaboración de este vino, las uvas han sido seleccionadas de los 7 pagos muy diferenciados, situados en la Finca Real Sitio de Ventosilla, muy próxima a la localidad burgalesa de Aranda de Duero. Asimismo, la fermentación en barricas de madera de roble durante 4 meses, lo convierte en un vino único en la Ribera del Duero.

De capa media, resulta muy potente en nariz con aromas a fruta rojas, con toques especiados y balsámicos reminiscentes por su fermentación en barrica. En boca resulta potente, con un cuerpo extraordinariamente alto para tratarse de un rosado, untoso, con un postgusto mineral y especiado.

También en este mes se presenta  la nueva añada de PradoRey Verdejo 2009. Un vino 100% Verdejo, procedente viñedos seleccionados de suelos típicos en el entorno del término de Rueda, en Valladolid.

Su proceso de elaboración resulta innovador, tanto por su vendimia nocturna, como por la utilización del sistema ‘Boreal’. La recogida de las uvas se realiza al anochecer para preservar sus máximas cualidades, tras lo cual se enfrían por un novedoso y pionero sistema, que utilizan muy pocas bodegas en España, conocido como método ‘Boreal’, que permite una potente liberación aromática. Posteriormente el vino es fermentado a 16º con crianza sobre sus lías durante 4 meses.

El resultado de este cuidado proceso, es un vino, a la vista, amarillo verdoso intenso, que en nariz muestra originales aromas tropicales  -pomelo, maracuyá y lichis- , que en agitación se hacen más intensos uniéndose a los aromas cítricos, la piña y la banana. En boca resulta fresco y agradable, cremoso con un final largo y mineral.

Ambos vinos armonizan a la perfección con platos de pescado y arroces, siendo también ideales para acompañar aperitivos.