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EXPECTACIÓN ANTE LA PRÓXIMA VENDIMIA DE TACORONTE-ACENTEJO
La época de vendimia se vive en la comarca de Tacoronte-Acentejo como parte de una tradición en la que familiares y amigos se reúnen entorno a la recolección de racimos. Pero esta hermosa fotografía tiene otra visión que es la incertidumbre a la que cada año se enfrentan viticultores y bodegueros y que no desaparece hasta que la uva comienza a ser procesada en la bodega.
En pleno mes de julio, el viñedo luce espectacular en la mayor parte de las zonas vitivinícolas de los nueve municipios que conforman la comarca Tacoronte-Acentejo, si bien una vez dentro de las fincas y a pie de campo, se observa una cosecha más que discreta.
“La climatología está siendo muy desfavorable”, declara Fran Álvarez, gerente de Sat Viticultores de Tenerife. “Las fincas que gestionamos están bien, hay algunos focos de mildiu y oídio, pero no son problemáticos. El norte siempre se ha caracterizado por tener predominancia de los alisios, la famosa panza de burro, pero este año en contados días he visto el sol en lo que llevamos de verano. El año pasado fue igual y el anterior peor. Las bodegas no se van a llenar, es más, muchas apenas llegarán a la mitad de lo esperado”, comenta Álvarez.
“La heterogeneidad en la aparición de los racimos en el viñedo, que se dilataron en el tiempo durante más de dos meses en la misma parra y la carencia de climatología propia durante las estaciones de primavera y verano, harán que se retrase el momento óptimo de la recolección de la uva”, manifiesta Romeo Rodríguez, viticultor de la comarca Tacoronte-Acentejo y representante de varias organizaciones agrarias. “Desde el sector se echa de menos que los efectos sobre el viñedo de las condiciones meteorológicas reinantes en los últimos tiempos, no hayan sido estudiados por parte de los investigadores de la Administración del Gobierno Autónomo, para darnos las claves con las que continuar trabajando en un futuro próximo.”
En la última vendimia de Tacoronte-Acentejo se recogieron apenas 1.025.535 kilos de uva, cuando lo normal sería estar hablando como mínimo del doble de kilos. “No hemos podido aumentar la cartera de clientes”, comenta Félix Rodríguez propietario de Bodegas El Lomo. “La demanda supera la producción. El vino blanco se nos agotó a principios de abril y estamos haciendo cupos para nuestro principal producto”. Y es que en la anterior cosecha, la de 2009, se recogieron menos de 750.000 kilos, por ello las bodegas arrastran una carencia de materia prima que frena el crecimiento de las mismas. “No se puede planificar”, respondía el consejero delegado de Bodegas Insulares Tenerife, José Luis Savoie cuando le preguntábamos sobre la escasez de uva. “La bodega, ante la enorme incertidumbre que ha generado las últimas vendimias 2008-2010 no se puede planificar. El mercado está demandando tipos de vino que la bodega no puede ampliar debido a la carencia de uva”.
Lorena Álvarez, técnico en viticultura de Bodegas Insulares Tenerife, explica “en 2007 tuvimos una ola de calor, el 2009 un severo ataque de Mildiu y estos dos últimos años 2010 y 2011, producciones muy escasas. Son ciclos y como tal, debe repetirse un año como el 2006, algo más favorable.”
Tacoronte-Acentejo tiene en la actualidad 1157 hectáreas de viñedo en producción. Con los planes de reconversión de la OCM del vino acometidos en los últimos años en la comarca se ha pasado de tener en el año 2002 un 92% del viñedo en sistema tradicional y un 8% en espaldera, a tener en el año 2010 un 59% en tradicional y un 38% en espaldera, lo que se traduce en una comarca que ha sabido modernizar su viñedo con el propósito de favorecer la mecanización e intentar conseguir una mayor rentabilidad en el viñedo, así como favorecer el relevo generacional.
A pesar de todo este proceso de reconversión que a día de hoy debería estar arrojando a la comarca los más de 2 millones y medio de kilos que a priori, se necesitarían para cubrir la demanda del mercado, se espera que en esta vendimia las bodegas se encuentren de nuevo con limitaciones. “El vino blanco y algo de rosado están resurgiendo y no podemos atender debidamente al mercado que lo reclama”, confirma Antonio Acevedo, titular de Bodega Acevedo. “Es una situación límite. La administración se ocupa más de inspeccionarnos que de ayudarnos, el mercado está difícil y la competencia exterior muy fuerte”. Así mismo, Domingo Martín de Bodegas Marba apostilla, “por un lado está el viticultor de la comarca que se encuentra económicamente mal debido a la baja rentabilidad del cultivo por la poca producción de éste; del otro lado, nos encontramos las bodegas que debido a la escasez de uva de las últimas cosechas no somos capaces de abastecer las necesidades del mercado, en nuestro caso principalmente con los blancos afrutados”.
Cuando todavía faltan casi dos meses para que la comarca se encuentre de pleno en vendimia, en Tacoronte-Acentejo se sigue atendiendo al cultivo con el mimo y el esmero que requiere la planta. Unos preparan ya las bodegas para las labores venideras en los próximos meses y otros adelantan embotellados para desquitarse de estos trabajos para cuando llegue septiembre, dedicarse en exclusiva a las tareas propias de esta época del año, que una vez más se espera con gran expectación por los más de 2000 viticultores y las 50 bodegas que conforman esta gran familia en la comarca de Tacoronte-Acentejo.